lunes, 16 de diciembre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 12

"La tarea que los agentes del Estado han de cumplir en el Congo es noble y elevada. Está bajo su incumbencia la civilización del África Ecuatorial.

    Cara a cara con el barbarismo primitivo, luchando contra costumbres, de miles de años de antigüedad, su deber es modificar gradualmente esas costumbres. Han de poner a la población bajo nuestras leyes, la más urgente de las cuales es, sin duda, la del trabajo.

     En los países no civilizados, es necesario, creo yo, una firme autoridad para acostumbrar a los nativos a las prácticas de la que son totalmente contrarias a sus hábitos. Para ello es necesario ser al mismo tiempo, firme y paternal."

Carta del rey Leopoldo II de Bélgica a los Agentes del Estado del Congo. Junio de 1897

COMENTARIO DE TEXTO 11

"Cada mejora de los métodos de producción, cada concentración de la propiedad (...), parece reforzar la tendencia a la expansión imperialista. En la medida en que una nación tras otra entran en la era de las maquinarias y adoptan los métodos industriales más avanzados, es más difícil para sus empresarios, comerciantes y financieros colocar sus reservas económicas, y progresivamente se ven tentados a aprovechar sus gobiernos para conquistar con fines particulares países lejanos y subdesarrollados a través de la anexión y del protectorado (...).

Este estado de la cuestión en la economía es la raíz del imperialismo. Si los consumidores de este país pudieran elevar tanto su nivel de consumo que fueran capaces de avanzar a la porque las fuerzas de producción, no habría ningún excedente de mercancías y capital capaz de exigir del imperialismo el descubrimiento de nuevos mercados (...).

El imperialismo es el esfuerzo de los grandes dueños de la industria para facilitar la salida de su excedente de riqueza, buscando vender o colocar en el extranjero las mercancías o los capitales que el mercado interior no puede absorber.

No es el crecimiento industrial el que anhela la apertura de nuevos mercados y de nuevas regiones parca invertir, sino la deficiente distribución del poder adquisitivo la que impide la absorción de mercancías y capital dentro del país.

El imperialismo es el fruto de esa falsa política económica, y el remedio es la reforma social."


John Hobson. El imperialismo. 1902

domingo, 8 de diciembre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 10

La política colonial se impone en primer lugar en las nociones que deben recurrir o la emigración, ya por ser pobre su población, ya por ser excesiva. Pero también se impone en las que tienen o bien superabundancia de capitales o bien excedente de productos ésta es la forma moderno actual más extendida y más fecunda (...).

     Desde este punto de vista, lo repito, la fundación de una colonia es la creación de un mercado (...). En el tiempo en que estamos y con la crisis que pasan todas las industrias europeas, la fundación de una colonia es la creación de una salida. Allí donde permanezca el nudo colonial entre la madre-patria que produce y las colonias que ella fundó, se tendrá el predominio de los productos: económico, y también político (...).

     Hay un segundo punto que debo igualmente abordar: es el lado humanitario y civilizador de la cuestión. Es preciso decir abiertamente que, en efecto, las razas superiores tienen un derecho con respecto a las razas inferiores porque existe un deber para con ellas. Las razas superiores tienen el deber de civilizar a las razas.

     Si el honorable Sr. Maigne tiene razón, si la Declaración de los Derechos del Hombre ha sido escrita para los negros de África ecuatorial, entonces, ¿con qué derecho van ustedes a imponerles los intercambios, el tráfico? Ellos no los han llamado...

     Las razas superiores tienen el deber de civilizar a las razas inferiores. ¿Y existe alguien que pueda negar que hay más justicia, más orden material y moral en el África del Norte desde que Francia ha hecho su conquista?"

                                              Discurso de Jules Ferry ante la Cámara, París. 1885.

jueves, 28 de noviembre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 9


"Sin duda alguna, como es fácil de ver, la razón misma del trabajo que aportan los que se ocupan en algún oficio lucrativo y el fin primordial que busca el obrero es procurarse algo para sí y poseer con propio derecho una cosa como suya. Si, por consiguiente, presta sus fuerzas o su habilidad a otro, lo hará por esta razón: para conseguir lo necesario para la comida y el vestido; y por ello, merced al trabajo aportado, adquiere un verdadero y perfecto derecho no sólo a exigir el salario, sino también para emplearlo a su gusto. Luego si, reduciendo sus gastos, ahorra algo e invierte el fruto de sus ahorros en una finca, con lo que puede asegurarse más su manutención, esta finca realmente no es otra cosa que el mismo salario revestido de otra apariencia, y de ahí que la finca adquirida por el obrero de esta forma debe ser tan de su dominio como el salario ganado con su trabajo. 

Ahora bien: es en esto precisamente en lo que consiste, como fácilmente se colige, la propiedad de las cosas, tanto muebles como inmuebles. Luego los socialistas empeoran la situación de los obreros todos, en cuanto tratan de transferir los bienes de los particulares a la comunidad, puesto que, privándolos de la libertad de colocar sus beneficios, con ello mismo los despojan de la esperanza y de la facultad de aumentar los bienes familiares y de procurarse utilidades."

León XIII, 1891. Encíclica Rerum Novarum

domingo, 10 de noviembre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 8

“Toda la historia de la sociedad humana, hasta el día, es una historia de lucha de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta. (…)

     La moderna sociedad burguesa, que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal, lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, que han venido a sustituir a las antiguas (...) Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos: la burguesía y el proletariado. (…) 

     La industria moderna ha transformado el pequeño taller del maestro patriarcal en la gran fábrica del capitalista industrial. Masas de obreros, hacinados en la fábrica, están organizados en forma militar. (...) Pequeños industriales, pequeños comerciantes y rentistas, toda la escala inferior de las clases medias de otro tiempo, caen en las filas del proletariado; unos, porque sus pequeños capitales no les alcanzan para acometer empresas industriales y sucumben en la competencia con los capitalistas más fuertes; otros, porque su habilidad profesional se ve despreciada ante nuevos métodos de producción. (...) En esta etapa, los obreros forman una masa diseminada por todo el país y disgregada por la competencia. (…)

     La existencia y la dominación de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación e incremento constante del capital; y este, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado. El trabajo asalariado descansa exclusivamente sobre la competencia de los obreros entre sí. Los progresos de la industria, cuyo agente involuntario y pasivo es la burguesía, imponen, en vez de aislamiento de los obreros por la competencia, su unión revolucionaria por la organización. Y así, al desarrollarse la gran industria, la burguesía ve tambalearse bajo sus pies las bases sobre las que produce y se apropia de lo producido. Produce, ante todo, a sus propios enterradores. Su caída y el triunfo del proletariado son igualmente inevitables.”

                                                                        Marx y Engels. Manifiesto comunista.1848

lunes, 4 de noviembre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 7

Se sustituye (sólo en este Comentario de Texto) la pregunta de ideología por lo siguiente: Explica el contexto de la época

“Era una ciudad de ladrillos colorados, o más bien de ladrillos que habrían sido colorados, si el humo y las cenizas lo hubiesen permitido; pero tal como estaba, era una ciudad de un rojo y de un negro poco natural, como el pintado rostro de un salvaje. Era una ciudad de máquinas y de altas chimeneas, de donde salían sin descanso interminables serpientes de humareda, que se deslizaban por la atmósfera sin desenroscarse nunca del todo. Tenían un canal obscuro y un arroyo que llevaba un agua enturbiada por un jugo fétido, y existían vastas construcciones, agujereadas por ventanas, que resonaban y retemblaban todo el santo día, mientras el pistón de las máquinas de vapor subía y bajaba monótonamente, como la cabeza de un elefante enfermo  de melancolía. Contaba la ciudad de varias calles grandes, que se parecían entre sí, y de infinitas callejuelas aún más parecidas unas a otras, habitadas por gentes que se parecían igualmente, que entraban y salían a las mismas horas, que pisaban de igual modo, que iban a hacer el mismo trabajo, y para quienes cada día era idéntico al anterior y al de después, y cada año el vivo reflejo del que le había precedido y del que iba a seguirle”.


Charles Dickens. Tiempos difíciles. 1854.

lunes, 28 de octubre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 6

“Cercamiento. Son tales y tantos los beneficios y ventajas que se podrían derivar de un total cercamiento de las common lands que me es imposible describirlos o enumerarlos. Daría la oportunidad de separar las tierras áridas de las húmedas, la de desecar estas últimas, la de abonar las zonas agotadas, y todo ello podría producir inestimables resultados; el nuevo ordenamiento permitiría, con la ayuda de hábiles ganaderos, la cría de ovinos y bovinos de raza mucho mejor que las que se ven habitualmente en estas zonas, en donde hay animales miserables y medio muertos de hambre. Teniendo al ganado en zonas cercadas se conseguiría mantener a un número mayor con la misma cantidad de alimento. Su costumbre de vagar y de moverse no sólo destruye la hierba con sus pisadas, sino que también los reduce a huesos y piel. Y ello en la actualidad hace necesaria la presencia de un pastor que los meta y los saque del establo. De otro lado, y mediante este sistema, el ganado podría rendir a la comunidad y a los individuos cien veces más de lo que los hacía hasta ahora, antes de los cercamientos. Por último y fundamental aspecto, se podría proteger al ganado de la peste, esa mortal enfermedad que hace terribles estragos en nuestros rebaños. Hay que añadir que ese abastecería mejor de carne de buey y de cordero a los mercados y que el precio de estos géneros se reduciría considerablemente.


      Hay que señalar también que el sistema de las common lands nunca ha aportado nada a la solución del problema del empleo. Y que apenas se hiciera un cercamiento, la situación se transformaría positivamente, y una desolada tierra inculta se convertiría en la más risueña de las zonas. Actividades y trabajos de toda índole se desarrollarían en esos lugares. El que quisiera contribuir a esa empresa encontraría una gran cantidad de ocasiones de trabajo: excavar fosas y canales de desagüe, construir terraplenes y vallas, plantar setos y árboles; los herreros y demás artesanos del campo no tendrían que quedarse con los brazos cruzados pues habría mucho trabajo para ellos en la construcción de factorías y de sus respectivos anexos, y en la proyección y construcción de caminos, puentes, cercados, empalizadas, aperos agrícolas, etc. Pocos años después de haber llevado a buen término estos primeros y temporales esfuerzos, y cuando todo el conjunto estuviese organizado en un sistema agrícola regular, se podría alimentar y dar trabajo a una población notablemente aumentada.”



John Middleton. View of the agriculture of Middlesex. 1798.Agrimensor, miembro de la Sociedad Londinense para el fomento del Arte, la Industria y el Comercio. Miembro del Consejo de Agricultura

lunes, 21 de octubre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 5


“Todos los que hablan un mismo idioma (...) hállanse unidos entre sí desde el principio por un cúmulo de lazos invisibles (...) de modo que los hombres no forman una nación porque viven en  este o el otro lado de una cordillera de montañas o un río, sino que viven juntos (...) porque  primitivamente, y en virtud de leyes naturales de orden superior, formaban ya un pueblo. Así la nación alemana, gracias a poseer un idioma y una manera de pensar comunes, hallábase  suficientemente unida y se distinguía con claridad de los demás pueblos de la vieja Europa(...)

Quien había nacido dentro del ámbito de la lengua alemana era considerado ciudadano por  partida doble; por una parte, era ciudadano del Estado en que había nacido, a cuya protección  era encomendado; por otra, era ciudadano de toda la patria común de la nación alemana. [. .. ]  De la misma manera que, sin lugar a duda, es cierto que, allí donde hay una lengua específica,  debe existir también una nación especifica con derecho a ocuparse de sus asuntos con  autonomía y a gobernarse ella misma, puede a su vez decirse que un pueblo que ha dejado de  gobernarse a sí mismo tiene también que renunciar a su lengua y confundirse con el vencedor a  fin de que surjan la unidad y la paz interior (..)"
Johann Gottlieb Fichte. Discursos a la nación alemana. 1807.

jueves, 10 de octubre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 4

En nombre de la muy Santa e indivisible Trinidad.

  SS.MM. El Emperador de Austria, el Rey de Prusia, y el Emperador de Rusia, como consecuencia de los grandes acontecimientos que han señalado Europa en el curso de los tres últimos años, y principalmente de los beneficios de la Divina providencia ha tenido a bien repartir sobre los Estados cuyos gobiernos han colocado su confianza y su esperanza solamente en Ella, habiendo adquirido la convicción íntima de que es necesario asentar la marcha de la adopción por las potencias de sus relaciones mutuas sobre las verdades sublimes que nos enseña la eterna religión del Dios Salvador. {…}

En consecuencia, Sus Majestades han convenido los artículos siguientes:

Artículo 1. Conforme a las palabras de las Santas Escrituras, que ordenan a todos los hombres mirarse como hermanos, los tres monarcas contratantes permanecerán unidos por los lazos de una verdadera e indisoluble fraternidad y se considerarán como patriotas, se prestarán en toda ocasión y en todo lugar asistencia, ayuda y socorro; se comportarán con sus súbditos y ejércitos como padre de familia; les dirigirán en el mismo espíritu de fraternidad del que están animados para proteger la religión, la paz y la justicia.

Artículo 2. En consecuencia, el único principio en vigor, ya sea entre dichos gobernantes, ya sea entre los súbditos, será el de prestarse recíprocamente servicio, el testimoniarse con una benevolencia inalterable el efecto mutuo del que deben estar animados, el considerarse todos como miembros de una misma nación cristiana, de la cual ellos y sus pueblos formaban parte, no tiene realmente otro soberano que aquel a quien únicamente pertenece en propiedad la pujanza, porque en él únicamente se encuentran todos los tesoros del amor, de la ciencia y de la prudencia infinita, es decir, Dios, nuestro Divino Salvador Jesucristo {…}.

Artículo 3. Todas las potencias que quieran ratificar solemnemente los sagrados principios que han dictado la presente acta y reconozcan lo importante que es para la felicidad de las naciones, demasiado tiempo agitadas, que estas verdades ejerzan en adelante sobre los destinos humanos toda la influencia que les corresponde, serán recibidas con tanta diligencia como afecto en esta Santa Alianza.

Hecho, triplicado y firmado en París el año de gracia de 1815, el 26 de septiembre. Francisco, Federico Guillermo y Alejandro

jueves, 3 de octubre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 3

"Los representantes del pueblo francés, constituidos en Asamblea Nacional, considerando que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre (...).

Artículo 1. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos, las distinciones sociales no pueden fundarse más que sobre la utilidad común.

Artículo 2. El objeto de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.

Artículo 3. El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación. Ningún cuerpo ni individuo puede ejercer autoridad que no emane expresamente de ella."

Artículo 4. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no dañe a un tercero (…). Todo lo que no está prohibido por la ley no puede ser impedido (…).

Artículo 6. La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen  derecho a contribuir personalmente, o por medio de sus representantes, a su formación. La ley es la misma para todos tanto si protege como si castiga(...).

Artículo 11. La libre comunicación de pensamientos y opiniones es uno de los derechos más preciados del hombre."



La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. Agosto de 1789

viernes, 27 de septiembre de 2019

COMENTARIO DE TEXTO 2


“Consideramos evidentes por sí mismas las siguientes verdades: todos los hombres han sido creados iguales; el creador les ha concedido ciertos derechos inalienables; entre esos derechos se cuentan: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Los gobiernos son establecidos entre los hombres para garantizar esos derechos y su justo poder emana del consentimiento de los gobernados. Cada vez que una forma de gobierno se convierte en destructora de ese fin, el pueblo tiene derecho a cambiarla o suprimirla, y a elegir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y organizar sus poderes en la forma que a su juicio sea la más adecuada para alcanzar la seguridad y la felicidad. (...).
Cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, tiene el pueblo el derecho, tiene el deber de derrocar ese gobierno y establecer nuevas garantías para su futura seguridad (...).
Nosotros, los representantes de los Estados Unidos de América, reunidos en Congreso general (...) en el nombre y por autoridad del pueblo, solemnemente publicamos y declaramos que estas colonias son y de derecho deben ser Estados Libres e Independientes; que se consideran libres de toda unión con la Corona británica.”

                     Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América. Jefferson, 1776.